EL PAÍS DEL VIENTO.
Crónica teatral
La nostalgia de un amor juvenil llevó al Grazia Deledda, Premio Nobel de literatura en 1926, a escribir un relato autorreferencial sobre su lejana memoria. La compañía sarda Akròama ha cerrado con esta historia la Segunda Muestra Internacional de Teatro de Zaragoza, que se ha celebrado durante la pasada semana en el Teatro de la Estación.
Mediante un sutil proceso de desdoblamiento, en el que la narradora es al mismo tiempo la protagonista de ese amor juvenil, la dramaturgia de Lelio Lecis, que también dirige la obra, va trazando con delicadas líneas envolventes una trama que une el presente con el pasado, en ese orden, mediante un lenguaje que combina la lírica con el acento dramático que subyace a la historia. El viento a que alude el título es un símbolo metafórico de la fuerza incontrolable que agita las pasiones humanas, sometiéndolas a un destino ajeno a la propia voluntad.
El espectáculo en italiano, con una dicción nítida por parte de los intérpretes, Lia Careddu, Roberta Pasquinucci, Stefano Cancellu, Simeone Latini y Tiziana Martuccipudo, pudo seguirse también con los textos traducidos en pantalla. Los cinco actores demostraron mucha pericia en su oficio, desempeñando papeles intercambiables de gran verosimilitud.
Especialmente impactantes fueron las canciones populares a viva voz interpretadas por la narradora, que a veces tomaba el papel de protagonista reciente de la historia antigua. El final de la obra resultó especialmente significativo, tanto por el juego escénico como por la música envolvente: el himno religioso ‘Deus ti salvet Maria’ con que culminó este drama sentimental.
Francisco Javier Aguirre
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