SEXPIERTOS. Crónica Teatral
Desde que Telmo Irureta obtuvo el año pasado el premio Goya al mejor actor revelación, su estatus en el mundo del espectáculo ha crecido considerablemente. En aquella ocasión, relativa a la película ‘La consagración de la primavera’ dirigida por Fernando Franco, censuré en la revista digital FilmAffinity el uso indiscriminado de la cámara oscilante en una trama que exige planos fijos que induzcan a la reflexión, porque la temática es similar a la de ‘Sexpiertos’.
La pieza teatral, original de Kepa Errasti y del propio Telmo, que el miércoles, día 14, ofreció el Teatro de Las Esquinas dentro del sugestivo ciclo de Teatro Rebelde, utiliza también la movilidad de los dos personajes, pero con un sentido distinto y creativo.
Los desplazamientos a lo largo del escenario pretenden atraer al público y no distanciarlo. De hecho, es un tránsito solo a lo largo, porque el fondo está ocupado por dos filas de sillas de ruedas desde donde los espectadores que lo han preferido así se acercan a la acción.
Además de esa complicidad por parte de Nico, a quien da vida Telmo, y en ocasiones de su partenaire Ana (Miren Arrieta), hay una interacción permanente con el técnico de la iluminación, Xabier Lozano, que recibe órdenes y contraórdenes para situar el foco en los lugares oportunos.
La escenografía tiene también cierta conexión con el mundo cinematográfico alternativo, y en concreto con la película ‘Dogville’, de Lars von Trier, en cuanto a la trazada de marcas en el pavimento para construir sobre ellas una figuración volumétrica, como el ascensor en el que los protagonistas quedan atrapados y que constituye el eje de la comedia. Comedia y tragedia al mismo tiempo, porque la situación a futuro de las personas discapacitadas no está resuelta a pesar de los avances conseguidos en las últimas décadas.
El complejo mundo del sexo es el marco conceptual en el que se desarrolla la relación entre los dos protagonistas, y no solo entre ellos sino también con la participación de algunos espectadores invitados a participar en el happening.
La actuación de Irureta es espectacular por la autenticidad espontánea de su personaje y el humor que despliega a lo largo de la obra, dirigida por Mireia Gabilondo. Miren Arrieta, como Ana, se desenvuelve bien, un tanto a remolque de Telmo, porque así lo exige la obra en la que ha tenido que sustituir ocasionalmente a la coprotagonista inicial del espectáculo.
Francisco Javier
Aguirre
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