CAMINO AL ZOO. Crónica
Teatral
Por segunda semana consecutiva, el Teatro Principal ofrece una obra dirigida por Juan Carlos Rubio. Ahora ‘Camino al zoo’, de Edward Albee, en versión del propio director y de Bernabé Rico. Un giro copernicano respecto a ‘El novio de España’, de la semana pasada. Un tránsito del costumbrismo festivo al surrealismo hiriente.
Porque tanto ‘Home life’, como ‘The zoo story’, las dos piezas concatenadas que conforman el espectáculo estrenado en Córdoba el pasado mes de diciembre, rezuman una patética sensación de inestabilidad, asumidas e interpretadas a la perfección por Mabel del Pozo, Fernando Tejero y Dani Muriel.
El primero de los sketches es relativamente reciente, de 2004, mientras que el anterior lo concibió Edward Albee hace más de sesenta años. La fusión de ambos es un acierto porque de alguna forma el segundo, más duro y complejo, ya nos muestra a uno de sus protagonistas, Peter, arrastrando un lastre de inseguridad e insatisfacción tras su tensa conversación con Ann, su esposa, en el primero.
Evitando continuar por ese camino, el hombre decide pasar el día en el parque. Mientras lee en un banco, se le acerca el excéntrico Jerry que acaba de estar en el zoo, le obliga a escuchar sus historias, incluida la pavorosa del perro de su casera, hasta sacarlo de quicio y provocar un enfrentamiento no deseado por Peter, que defiende su derecho a mantenerse en el banco que ocupa, y concluye con la muerte de Jerry, propiciada por él mismo.
La fusión resulta convincente, tanto por su planteamiento como por su ejecución, al ir creciendo la tensión dramática que ya se percibe en el apartamento de Peter y Ann, donde el matrimonio habla o más bien ‘tiene que hablar’, y donde el hombre se anima a realizar ante su esposa la confesión de un episodio inconfesable. Por un lado, Ann representa la insatisfacción que provoca el tedio y el no poder desinhibirse para sentirse original y extraña; por otra parte, Jerry personifica la conducta salvaje y violenta como medio de supervivencia, al sentirse profundamente solo y al mismo tiempo desesperado por no querer estarlo.
En medio de ambos extremos, Peter se encuentra incapaz de encontrar su sitio, de establecer su equilibrio personal, porque se siente expulsado de ambos ambientes. Fiel reflejo de gran parte de las personas conscientes, en estos momentos confusos que afectan a la mayor parte de la población del planeta.
Francisco Javier
Aguirre
No hay comentarios:
Publicar un comentario