EL VIAJE DEL MONSTRUO FIERO. Crónica
Teatral
Ha retornado al zaragozano Teatro
de Las Esquinas, del que es frecuente huésped, Rafael Álvarez ‘el Brujo’.
Durante este fin de semana, del 22 al 24 de marzo, ha traído aromas de
primavera y del resto de las estaciones del año para levantar el ánimo de sus
fieles seguidores que han llenado por completo el aforo de esta dinámica sala
de cultura multidisciplinar.
Seguramente es Rafael Álvarez el
personaje capaz de reunir en una sola actuación todas las disciplinas
artísticas e intelectuales que circulan por esta atribulada humanidad que, sin
embargo, halla unos momentos de sosiego y alegría viéndole y escuchándole.
‘El viaje del monstruo fiero’ alude
a la referencia que en 1607 hizo Lope de Vega al actor ante el ‘ilustre senado’
del público, proponiéndoles un acertijo en forma de enigma cuya solución era
esa especie imprescindible en los escenarios que es el actor.
La obra que presenta en esta
ocasión Rafael Álvarez no es un tratado de metafísica, ni una investigación
teológica, ni un recetario de cocina, ni una ristra de poemas líricos, ni una
rememoración histórica, ni una farsa política, ni una incursión en los misterios
de la mística, ni un recorrido burlesco por la actualidad, sino todo ello
reunido en su propia persona con el apoyo de Javier Alejano, armado con un
violín y un pandero para subrayar el gesto, el giro, el paso, el baile, el
grito, la sorna, el brillo, la risa, la tristeza, el bufido, el exabrupto, la
fantasía, la superstición y todos los bienes de la palabra a los que recurre el
monstruo fiero con la necesaria colaboración de Santa Teresa de Jesús, San Juan
de la Cruz, Miguel de Cervantes, Francisco de Quevedo, William Shakespeare, el
ya mencionado Lope de Vega y todo un ejército de excelsos referentes en quienes
se apoya la indestructible comicidad, la incisiva sátira, la implacable lucidez y el
interminable ingenio de un genio.
Todo ello con un Introito ritual al
fondo de escenario, flanqueado el celebrante por sendos candelabros
pentaculares que, del mismo modo, clausuran la sesión teatral con invocaciones misteriosas
a los hados que custodian el templo de Talía.
Francisco
Javier Aguirre
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