LAS GUERRAS DE NUESTROS ANTEPASADOS. Crónica Teatral
Hay autores en la historia de la literatura cuya obra es imperecedera.
Uno de ellos es Miguel Delibes, si nos limitamos a nuestro país. Pero al eximio
periodista y narrador vallisoletano le cabe otra gloria: la de haber conseguido
que algunos de sus personajes hayan sido encarnados por actores de primera
línea, creando arquetipos también de fama imperecedera. Es el caso de Paco Rabal
interpretando a Azarías en la versión cinematográfica de ‘Los santos inocentes’,
dirigida por Mario Camus en 1984.
De un modo semejante, Carmelo
Gómez será en el futuro la personificación perfecta de Pacífico Pérez, el
protagonista de ‘Las guerras de nuestros antepasados’ que, en adaptación
teatral de Eduardo Galán, se ha presentado el pasado día 19 en el Teatro
Principal de Zaragoza, bajo la dirección de Claudio Tolcachir. Por cierto que
Azarías y Pacífico son personajes que tienen bastante en común.
En la actuación de Carmelo Gómez hay más que palabras, inflexiones de
voz y giros idiomáticos. Hay una vida que está en cada gesto, una limitación
mental transferida a la rumia de palabras, a la reiteración de recuerdos, al
dominio de los espacios bajo el que sucumbe su memoria sobre las guerras que
libraron sus antepasados, el bisabuelo, el abuelo y su propio padre. La
expectativa de la que le corresponderá a él mismo es el gran secreto simbólico
de la obra, hasta que el autor la desvela en forma de condena a muerte por el
arcaico procedimiento del garrote vil.
En medio, toda la artillería de Delibes sobre el sinsentido de las
guerras. El marco es perfecto para el desenvolvimiento del protagonista, aunque
ya resulte reiterativa la manifestación del antibelicismo entre los
intelectuales conscientes. Una manifestación desafortunadamente infructuosa en
resultados, como lo ha demostrando el día a día de la Historia universal y
presumiblemente lo seguirá haciendo.
Pero hablamos de teatro, de elementos de concienciación y de
sensibilización a los que alude Claudio Tolcachir al presentar la obra en el
programa de mano. Sin restar méritos a Miguel Hermoso como el doctor Burgueño, psiquiatra
que analiza la compleja personalidad del protagonista, Carmelo Gómez será en
adelante la personificación perfecta de Pacífico Pérez para quien haya leído o
vaya a leer la obra de Delibes. Lectura o relectura altamente recomendable para
quienes estimen el estilo literario unido a una trama de contenido
trascendente.
El espectáculo se presentará en el Teatro Bellas Artes de Madrid el próximo 25 de enero. Para la ocasión, se ha dispuesto un sistema de amplificación sonora mediante circuito integrado en un bucle magnético con auriculares, lo cual facilitará la escucha de todos aquellos momentos en los que Pacífico susurra, murmura o marmajea al fondo del escenario y de espaladas al público, como si hablara para sí mismo, y que no resultan fácilmente perceptibles ni siquiera para los espectadores de las primeras filas. Una iniciativa a tener en cuenta por parte de los responsables del Teatro Principal para ocasiones semejantes.
Francisco
Javier Aguirre
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