DEBACLE EN NAGORAGORANA. Opinión crítica.
Ese escaso 23% de funcionarios
públicos –activos o pasivos– de todas las administraciones que confiesan ser
lectores habituales (el 80% de ellos son mujeres), podrán hallar a lo largo de
su trayectoria laboral episodios tan caóticos como los que se describen en esta
novela grotesca, catastrofista, futurista y evidentemente distópica, porque
ocurre en 2050, cuando la sequía ha asolado gran parte de los territorios de la
península, entre ellos el nuestro, que la gente despierta identificará fácilmente en el título.
Es lo que ayer me manifestó un funcionario que ha leído el libro. Claro que
es amigo, pero no tenía ninguna obligación de decírmelo, porque fue a
iniciativa suya.
Por supuesto, le agradezco mucho su opinión, en la que resaltaba el
lenguaje literario y el tono utilizado en la narración, al margen de la intriga
y del desarrollo paródico de la trama.
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