domingo, 30 de junio de 2024

PEQUEÑAS TRAGEDIAS. Crónica Teatral

 

PEQUEÑAS TRAGEDIAS. Crónica Teatral

Aleksandr Pushkin ha sido nombrado padre de la literatura rusa moderna, considerando como tal la surgida a partir del siglo XIX. Su giro hacia Occidente le dio a conocer las obras de autores europeos, y al mismo tiempo algunos personajes míticos a los que retrató a su manera en la obra cuatripartita titulada ‘Pequeñas tragedias’ para analizar  con crudeza las pasiones humanas más destructivas: el amor irracional,  el engaño, los celos, la avaricia y la envidia.

Su versión de personajes como Don Juan, Harpagón o Fausto, así como de las conflictivas relaciones entre Mozart y Salieri, han servido a Iguana Teatre para componer una adaptación ingeniosa de las cuatro piezas, que presentaron en el Teatro de las Esquinas el viernes, día 28, dentro del IV Festival de Teatro Clásico de Zaragoza.

Dirigidos por Pere Fullana, los actores Rodo Gener, Carles Molinet y Marina Nicolau ofrecieron una sorprendente interpretación de la obra de Pushkin, adaptándose con maestría a los diversos personajes que componen la tetralogía. La versatilidad del gesto, la elocuencia de la palabra, la precisión del movimiento y la gestión de la compleja escenografía diseñada por Jordi Banal dieron como resultado una sesión de alto voltaje dramático. Vistoso y apropiado el vestuario de los actores, y muy expresivo el atrezo o utilería del espectáculo. 

La libertad creativa del autor de los textos resulta asimilada y recrecida en la versión de Iguana Teatre incorporando elementos de las nuevas tecnologías. Particularmente significativo fue el uso de la criogenización en 'El invitado de piedra', sorprendiendo igualmente el final de la obra. También resultó muy acertada la transición de 'El caballero avaro' a 'Mozart y Salieri', a través del hieratismo post mortem con el que concluye la primera de estas dos piezas. 

En el coloquio con los actores tras la representación, quedaron claros algunos de los recursos utilizados y se explicó cómo a través del impacto gestual puede escucharse una composición que transcurre en silencio para el espectador, como es el Requiem de Mozart.

Francisco Javier Aguirre

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