viernes, 26 de abril de 2024

ESTADO DE ALARMA. Crónica Teatral

 

 

ESTADO DE ALARMA. Crónica Teatral

El confinamiento sufrido por los españoles en 2020 a causa de la pandemia del Covid-19, ha dado origen a multitud de relatos, entre los cuales quiero recordar el libro AISLADA, escrito por una comunicadora aragonesa residente en Madrid, que se presentó como la primera novela publicada a nivel mundial sobre la pandemia (así se asegura en la web de la autora) tras el fin del Estado de alarma. 

Este es el título de la pieza teatral escrita y dirigida por César Lucendo, que al mismo tiempo la interpreta, en compañía de Lara Dibildos en el Teatro del Mercado, durante estos días de finales de abril. 

La temática es sabida y recurrente, aunque la trama se desarrolla en una situación inusual cuando una española, Julia, recién regresada de Londres, se encuentra atrapada en el piso en venta de un policía deprimido, Fede, que se halla de baja desde hace dos años. 

El encuentro entre ellos y los desencuentros sucesivos dan pie a una comedia presidida por el humor, previsible en bastantes de los episodios, aunque de vez en cuando alza el vuelo en busca de otros horizontes sin llegar a consolidar ninguno de los apuntados, como la corrupción política, las diversas fases de una trayectoria familiar o las complejas relaciones de pareja que en estos tiempos de pandemia se recrudecieron.

No hay demasiados sobresaltos en la narración, que incluye la muerte de la madre del protagonista en la soledad de un hospital. Esta sería la más importante de la reivindicaciones que se derivan de una pieza en la que Lara Dibildos se muestra como la gran actriz que es, tras haber superado su traumático cáncer de tiroides en la juventud, hace ya bastantes años, que añadió popularidad a su condición de hija de dos mitos del espectáculo: su padre, José Luis Dibildos, y su madre, Laura Valenzuela, fallecida hace poco más de un año.

La dramaturgia es elemental, con efectos lumínicos para indicar el paso del tiempo, y una banda sonora apoyada en las canciones que marcaron aquellos meses de inquietudes y zozobras.

Francisco Javier Aguirre

 

miércoles, 24 de abril de 2024

EL TIEMPO TODO LOCURA. Crónica Teatral

 

EL TIEMPO TODO LOCURA. Crónica Teatral

Trabajar artísticamente con el concepto del tiempo cósmico o cronológico, no del climático, es por una parte un riesgo y por la otra un horizonte de enormes posibilidades. Ya el título de la obra permite hacer un juego de significados entre LOCURA y LO CURA. En el texto de Félix Estaire, representado bajo su dirección en el Teatro del Mercado la pasada semana por Silvia de Pe, Camila Viyuela y Ángel Ruiz, se utiliza esa remota posibilidad de la regresión temporal para conseguir un doble efecto, el reflexivo y el cómico. En algún lugar escribí que “el tiempo y el espacio son los dos elementos en los que la realidad se escinde para hacerse comprensible a los humanos”. 

Sin ahondar en los principios científicos y para-científicos del  ‘renacimiento’, tal como lo entienden y aplican algunos expertos en el mundo esotérico, Félix Estaire maneja a sus personajes, tres hermanos, de los cuales el varón es el intermedio, para mostrar que la realidad es hoy por hoy inamovible, aunque la fantasía pueda proporcionar alternativas si en algún momento del pasado se hubieran tomado decisiones distintas a las que hubo. Pero sabemos que eso no es posible, que aquello de “si yo lo hubiera sabido” pertenece a la fantasía porque nuestra historia personal ha quedado sellada in aeternum. 

La agilidad del montaje permite que los tres actores diversifiquen sus papeles manteniéndose en la irreductible realidad, o bien recurriendo a las remotas posibilidades de readaptación temporal. Somos fruto de las decisiones pasadas, pero siempre nos cabe imaginar un  presente variable y un futuro espléndido si lo que pasó hubiera sido distinto.

En palabras del autor-director, “nuestra intención con esta comedia pasa por generar un humor posible y versátil para cualquier género, de forma que la pieza pueda ser interpretada por mujeres, por hombres o por un reparto mixto de todos los géneros. En esencia, nos interesa generar y buscar un entramado cómico que trate de focalizarse en una carpintería teatral humorística común a los seres humanos, que vaya más allá de su género”.

El juego de estas variables permite al autor plantear alternativas a menudo hilarantes, que los tres intérpretes desarrollan con brillo y seguridad utilizando una dramaturgia fija, al mismo tiempo que dotada de gran versatilidad.

Francisco Javier Aguirre

sábado, 13 de abril de 2024

NOCHE DE REYES. Crónica Teatral

 

NOCHE DE REYES. Crónica Teatral

Distribuir entre seis actores los casi veinte personajes de la comedia navideña de Shakespeare ‘Noche de Reyes’ es ya de por sí un enorme mérito que corresponde al director de esta versión, Alberto Castrillo-Ferrer, que ha presentado durante el presente fin de semana el  zaragozano Teatro del Mercado.

La abigarrada trama ideada por el genio inglés como un divertimento para la fiesta de la Epifanía, se traduce en un espectáculo aún más divertido que el original, por cuanto se introducen elementos folclóricos, ironías de la modernidad, alusiones identificables y una mezcla de lo ingenioso con lo profundo, utilizando el análisis de un buen amigo y experto en las artes escénicas y cinematográficas, Fernando Gracia, que en esta ocasión me ha ganado por la mano y ha descrito la enorme satisfacción obtenida tras asistir al estreno de la obra. 

De su análisis tomo algunas referencias al  definir espectáculo como brillante, ingenioso, inteligente y muy divertido. Igualmente suscribo su alusión a las hermosas coreografías y al ritmo trepidante que imponen la media docena de intérpretes con una pasmosa capacidad de metamorfosear sus identidades.

La simplicidad del montaje escénico se contrarresta con la densidad de la dramaturgia que recurre a lo mágico, lo exótico, lo aparente y lo dúplice, conjugando oportunamente  poesía, carnalidad, simulación de sexos y locura colectiva para mostrarnos de nuevo el crisol del género humano, en palabras del adaptador textual y director escénico ya mencionado. 

Es obligado citar al elenco formado por Irene Alquézar, Blanca Carvajal, Gema Cruz, David Ardid, Alfonso Pablo y Luis Rabanaque, subrayando también el acierto de los responsables de la iluminación, Bucho Cariñena, vestuario, Marie Laure Benard, y espacio sonoro, David Angulo, que confieren a esta producción de las compañías aragonesas Nasu y El Gato Negro una calidad y una consistencia que indudablemente va a ser aplaudida en otras latitudes. 

Francisco Javier Aguirre

 


viernes, 12 de abril de 2024

CÓMETE UN PIE. Crónica Teatral

 

CÓMETE UN PIE. Crónica Teatral

Cristina Fallarás es una conocida escritora y periodista que ha ganado varios premios de narrativa y cuenta con abundantes distinciones en el mundo de la comunicación. Nacida en Zaragoza en 1968, estudió periodismo en Barcelona donde ha desarrollado prácticamente su vida profesional.

Más conocida por sus participaciones en programas de debate en varias cadenas televisivas y por su firme postura en defensa de los derechos de la mujer, ha llegado de forma indirecta al teatro a través de la obra ‘Cómete un pie’ que el jueves 11 de abril se exhibió en el zaragozano Teatro de Las Esquinas.

Hace algo más de un año se pre-estrenó en Madrid esta selección de textos que constituyen una especie de caleidoscopio con tres mirillas de observación. Tres mirillas correspondientes a tres mujeres coetáneas, ubicadas en un lugar impreciso aunque con ciertas referencias a Zaragoza por cuanto una de las damas se denomina así: una señora de Zaragoza. Las otras dos son una política y una prostituta. A todas ellas las encarna Ana Roche, que desarrolla su interpretación dirigida por Celia Morán.

El inicio del espectáculo es revelador por cuanto pone de relieve el valor del silencio. Tras ese punto de partida y suspense, las reflexiones de la escritora, que también participa junto con la actriz en el montaje de la dramaturgia, van desfilando ante la vista, el oído y el sentido de la sorpresa de los espectadores.

Todo es muy relativo en la trama, relativo y reiterativo porque siempre es la misma hora, del mismo día, con el mismo clima y en el mismo lugar, Barcelona, aunque la procedencia aragonesa de la autora se destapa con un somarda sentido del humor en la interpretación de una jota en playback.

El permanente combate feminista de Cristina Fallarás, a quien puede considerarse una gladiadora o gladiatriz de los platós televisivos y de los restantes medios de comunicación, es el pozo y el poso que deja su obra trufada de perplejidad. Pozo insondable, porque los problemas de las mujeres no tienen fin en nuestra civilización machista, y poso impactante que va más allá de la mera comprensión intelectual.

Ana Roche se implica en el rol que interpreta por triplicado, acabando ella misma conmovida por su trabajo, como pudo constatarse tras las repetidas ovaciones y aplausos al final de la obra.

 

Francisco Javier Aguirre

lunes, 8 de abril de 2024

UN POETA LLAMADO ROSENDO TELLO

 UN POETA LLAMADO ROSENDO TELLO

Al acercarse el Día del Libro, los que tengo organizados en mis estanterías han sentido un leve estremecimiento que no me ha pasado desapercibido. He mirado con afecto a estos compañeros de viaje que apenas reclaman otra cosa que orden y afecto. A ambos requerimientos he atendido lo mejor posible a lo largo de mi trayectoria profesional como bibliotecario, y lo mismo hago ahora a título particular. Conservo libros emblemáticos desde mi época de estudiante, y algunas obras notables por diferentes conceptos.

No sintiéndome muy capacitado para la lírica, es sin embargo un género que aprecio mucho. Admiro a los poetas cuando son capaces de condensar en pocas palabras vivencias de gran calado, se refieran a su órbita personal o a la social. Uno de los elementos que más valoro en la poesía es el ritmo, influido sin duda por mi honda afición musical. Hay metáforas audaces que engalanan la realidad, y expresiones que despiertan sentimientos de otra forma difíciles de aquilatar.

Recorriendo mis libros de poemas en las estanterías, he encontrado dos especialmente significativos. El primero es una Antología de César Vallejo, publicada en Cuba en 1962, de la que se imprimieron cien mil ejemplares. Repito la tirada en guarismos para confirmar la cifra: 100.000. Así lo certifican los datos legales en la página de créditos. Es el volumen 114 de mi biblioteca y, según su Ex Libris, ingresó en ella el 1 de octubre de 1969. Contiene un poema, MASA, que me ha causado siempre un enorme impacto por diferentes motivos. De hecho, con su recitado finaliza mi novela La dama del Matarraña, publicada en 2009. Posteriormente ha tenido una nueva edición, e incluso ha sido traducida al catalán de Aragón en 2022, salvo el poema de Vallejo.

El segundo libro al que quiero referirme es otra Antología, esta vez de un poeta aragonés a quien siempre he admirado mucho, estimándolo como escritor y como persona: Rosendo Tello. Su obra y sus méritos son ampliamente conocidos y reconocidos, por lo que estas líneas solo pretenden sumarse con ocasión de la Fiesta del Libro a la celebración de la obra de un poeta especialmente querido y valorado por quienes amamos la literatura.

Rosendo camina hacia los 94 años. Es el decano de los escritores aragoneses, no solo por edad sino fundamentalmente por su excelencia literaria y su calidad personal. Podría descender a detalles que me atañen, pero no he de ser indiscreto. En cualquier caso, los libros de mi domicilio se sienten honrados por la proximidad de la Antología poética de Rosendo, titulada El vigilante y su fábula, un volumen de casi 750 páginas que tengo cariñosamente dedicado por su autor en 2005. No he podido tener la misma suerte con la Antología de César Vallejo.

Francisco Javier Aguirre


(Publicado en ARAGÓN DIGITAL el 8 de abril, 2024)


sábado, 6 de abril de 2024

EL VIAJE DE LOS CANTORES. Crónica Teatral

 

EL VIAJE DE LOS CANTORES. Crónica Teatral

El dramático episodio de unos emigrantes mexicanos que murieron asfixiados en 1987 dentro un vagón hermético, mientras trataban de alcanzar las fronteras del falso paraíso yanqui, dieron lugar a un texto escrito por Hugo Salcedo y estrenado en la ciudad de México en 1989, que el Aula de Teatro de Las Esquinas, bajo la dirección de Marian Pueo, ha puesto sobre las tablas los días 5 y 6 de abril en el propio Teatro de Las Esquinas, dentro de su programa ‘teatro de acción’.

Seis mujeres y seis varones, alumnos veteranos de los cursos de formación del propio Centro, no profesionales pero avezados en el arte dramático, combinan sus movimientos, sus proyectos, sus ansiedades, sus experiencias, sus aspiraciones, su sufrimiento y su angustia mortal para componer un retablo de los horrores padecidos intentando alcanzar el firmamento de sus deseos.

Una escenografía presidida por un muro policromado, del que penden coloridos retazos de la vida pasada y de la esperanza futura, acompaña, magnifica y anticipa el desarrollo de la trama de forma anacronológica, como aclaró la directora antes del inicio de esta singular muestra de la capacidad interpretativa de quienes sin ser actores profesionales han logrado a través de largas jornadas de trabajo transferir a los espectadores el horror y la miseria de una sociedad en descomposición.

Marian Pueo advirtió de que los sucesos en los que se basa el drama acontecieron hace varios decenios, pero que la situación actual, tanto en el área centroamericana como en otras del planeta que están en la mente de todos, es cada vez peor.

La actuación de los doce hombres y mujeres que representan a muchos seres humanos víctimas de la Historia criminal, fue convincente en términos generales, destacando el monólogo de la anciana ciega, así como los cantos y las danzas de los protagonistas guiados por la ayudante de dirección y coreógrafa Ingrid Magrinyà.

El público asistente al estreno salió en silencio tras el impactante drama contemplado, y también estremecido al saber que la toma de conciencia personal, lamentablemente no trasciende a las esferas políticas y de poder que controlan el cada vez más desvencijado panorama internacional en muchos aspectos, sobre todo en lo referente a las migraciones derivadas de la pobreza extrema, de la persecución ideológica, de la avidez financiera de los poderosos y de la incapacidad de los políticos, preocupados por ‘lo suyo’ e indiferentes ante la verdadera problemática que ahoga la vida física y emocional de tantos seres humanos.

Francisco Javier Aguirre