miércoles, 31 de mayo de 2023

DEBACLE EN NAGORAGORANA. Opinión crítica.

 

DEBACLE EN NAGORAGORANA. Opinión crítica.

Ese escaso 23% de funcionarios públicos –activos o pasivos– de todas las administraciones que confiesan ser lectores habituales (el 80% de ellos son mujeres), podrán hallar a lo largo de su trayectoria laboral episodios tan caóticos como los que se describen en esta novela grotesca, catastrofista, futurista y evidentemente distópica, porque ocurre en 2050, cuando la sequía ha asolado gran parte de los territorios de la península, entre ellos el nuestro, que la gente despierta identificará fácilmente en el título.

Es lo que ayer me manifestó un funcionario que ha leído el libro. Claro que es amigo, pero no tenía ninguna obligación de decírmelo, porque fue a iniciativa suya.

Por supuesto, le agradezco mucho su opinión, en la que resaltaba el lenguaje literario y el tono utilizado en la narración, al margen de la intriga y del desarrollo paródico de la trama.

 

domingo, 14 de mayo de 2023

LOS MONÓLOGOS DE LA VAGINA. Crónica Teatral.

 

LOS MONÓLOGOS DE LA VAGINA. Crónica Teatral.

El título y la presentación publicitaria de algo que se anuncia como comedia, han conseguido un lleno absoluto durante los tres días del fin de semana en que la obra se ha presentado en el zaragozano Teatro de Las Esquinas. Anunciada como “una comedia que rompió tabúes e hizo historia, una comedia sobre las mujeres y su sexualidad, los tabúes sociales, la represión y la incultura sexual”, el éxito estaba asegurado. Pero la cuestión va más allá.

A pesar de que Olga Hueso, la primera actriz en escena, aludió en la representación de sábado 13 a que la mayor parte de la audiencia eran mujeres, pero lo cierto es que había tanto de unas como de otros. Atribuía la mayor presencia femenina al concurso de Eurovisión, en el que la histeria informativa de algunos medios daba por ganadora absoluta a la canción presentada por España. A la vista de los resultados, enorme decepción para unos, terrible fracaso para otros.

Volviendo al teatro, aparecen claras y contundentes las dos partes  de la obra de Eve Ensler, adaptada por Edu Pericas, la cómico-crítica y la dramática. Ocupa la primera ochenta minutos, quedando los diez restantes para la reivindicación. Hay un giro brutal, sorprendente para quien no conozca previamente la trama. Olga de joven, interpretada por Albanta San Román, se queda sola en el escenario, tras llenarlo de rótulos con nombres femeninos. 

Antes, se ha desarrollado con mucho desparpajo el eje de la trama, que consiste en el desconocimiento que tenían las mujeres de su propia anatomía y que quizá aún se mantiene en ciertos ambientes. La deconstrucción del  personaje en tres, siendo el segundo –encarnado por Rocío Madrid– su locuaz órgano sexual, y el tercero la propia protagonista de joven descubriéndose a sí misma, es un buen logro desde el punto de vista dramático.

Las conversaciones, las diatribas, las discrepancias, las acusaciones, las disculpas y toda la serie de latiguillos verbales utilizados cómicamente, dan paso en los últimos diez minutos a una reivindicación cruda y certera de la mujer como víctima universal de la brutalidad masculina a lo largo de los siglos.

Ese es el mensaje, que hoy día esa tragedia está asolando y desolando el planeta cada vez con mayor intensidad. ¡Ay, si quisieran y pudieran hablar un tercio de las mujeres que lo pueblan…!

Francisco Javier Aguirre

viernes, 12 de mayo de 2023

LA CELESTINA. Crónica Teatral

 

LA CELESTINA. Crónica Teatral

En el plazo de una semana se ha dado en Zaragoza una curiosa coincidencia en forma de duplicidad en el mundo teatral. Los días 5 y 6 de mayo se ofreció en el Teatro de Las Esquinas la comedia ‘La Profesora’, original de Eduardo Galán, con espacio escénico y vestuario de Mónica Teijeiro. De todo ello se dio cuenta oportunamente en este blog.

Ayer, jueves 11 de mayo, el Teatro Principal puso en escena la obra de Fernando de Rojas conocida popularmente como ‘La Celestina’, en versión también de Eduardo Galán, con escenografía y vestuario igualmente de Mónica Teijeiro.

Señaladas ambas coincidencias, hay que decir que la tragicomedia de Calisto y Melibea resultó una pieza de medidas justas, habida cuenta de que en un par de horas el versionador consiguió condensar la acción, que originalmente se extiende durante cinco, resumiendo en ese tiempo los avatares de los míticos amantes encarnados por Claudia Taboada y Víctor Sainz, aunque la clave del arco dramático resida en Anabel Alonso, como Celestina, perfectamente caracterizada y con una actuación sobresaliente.

Sobre ella recayó el ritmo y la esencia de la tragicomedia, arropada por el resto del elenco en el que destacaron, sobre todo, José Saiz como Sempronio, duplicando actuación como Pleberio. Esa alternativa actoral es uno de los alicientes principales de la obra, porque en cada uno de los papeles el actor consigue expresar la idiosincrasia del personaje, en el primer caso como cómplice de Celestina, y en el segundo como padre de Melibea.

También duplicaron sus papeles Claudia Taboada como Melibea y Areúsa, y Beatriz Grimaldos como Elicia y Lucrecia, oportunamente ataviadas por la escenógrafa. Víctor Sainz, como Calisto, cumplió, lo mismo que David Huertas como Pármeno, todos bajo la dirección de Antonio C. Guijosa.

La trama es sobradamente conocida, pero hay que recalcar algunos de los componentes filosóficos de la misma en los que Eduardo Galán quiso hacer hincapié. En particular la referencia  de Sempronio a que “las muchas ganancias despiertan muchas necesidades”.

En esa línea hay que aplaudir la versión ofrecida, además del mencionado diseño escenográfico de Mónica Teijeiro, y de la música original de Manuel Solís, sutil y oportuna.

Francisco Javier Aguirre

lunes, 8 de mayo de 2023

SOBRE LA POBREZA. Reflexión Filosófica

 

SOBRE LA POBREZA. Reflexión Filosófica

Este mundo está loco. Dicen que yo soy el presidente pobre. No soy el presidente pobre. Pobres son los que tienen más, los que no descansan nada, esos son pobres porque se meten en una carrera infinita. Yo soy un hombre austero que viajo liviano de equipaje para tener tiempo de hacer lo que a mí me gusta.

          José Mujica, ex presidente de Uruguay

domingo, 7 de mayo de 2023

LA PROFESORA. Crónica Teatral

 

LA PROFESORA. Crónica Teatral

Que el padre de una adolescente acuda a una cita con la profesora y tutora de su hija en el instituto, es algo normal. De modo que el comienzo de la comedia de Eduardo Galán titulada precisamente ‘La Profesora’, que ofreció el pasado fin de semana el zaragozano Teatro de Las Esquinas, se sitúa en lo que pudiéramos llamar un argumento diáfano.

Sin embargo,  no lo es, aunque inicialmente esté oculto. Poco a poco Isabel Ordaz, como América Alcalá, la profesora y tutora, secundada por Marcial Álvarez, como Carlos Ortiz, el padre de Daniela, la alumna problemática, irán desentrañando la madeja cuyos hilos aparentes ocupan la primera parte de la obra, que puede inscribirse en lo que ahora se denomina ‘dramedia’.

Porque, por una parte, es un verdadero drama el que un padre abandonado por su mujer no pueda controlar a su hija y, al mismo tiempo, que una mujer viuda a punto de jubilarse, profesora y tutora de la muchacha, no consiga enderezarla. Por no conseguir, tampoco logra entenderse con Ortiz, y se prevale de su nivel académico para anonadarle con continuas correcciones en cuanto a su lenguaje.

(Por cierto, he de decir entre paréntesis que hay escritores y periodistas que lo usan reiteradamente mal en algunas de sus expresiones escritas, como el uso de galicismos y la irregular utilización del pronombre personal LE en lugar de LES).

Pero volvamos a la trama en la que se va descubriendo que el verdadero problema del personaje ausente, aunque a menudo referenciado, la adolescente Daniela, padece una distorsión de su identidad sexual que poco a poco centra la trama, construida con diálogos inteligentes y salidas ocurrentes por parte de ambos intérpretes, destacando la versatilidad expresiva de Isabel Ordaz.

El resultado final de tan prolongado contacto entre ambos protagonistas, a través de las tutorías, es una aproximación personal que culmina con un baile conjunto que no resuelve el problema identitario de Daniela, pero que de alguna forma augura su tratamiento eficaz en el corto plazo.

Hay que destacar el excelente diseño del espacio escénico por parte de Mónica Teijeiro y el atinado uso de la iluminación debido a José Manuel Guerra, a los que acompaña el delicado espacio sonoro de Julio Awad, todo bajo la meticulosa dirección de Carla Nyman.

 Francisco Javier Aguirre

viernes, 5 de mayo de 2023

TERCER CUERPO. Crónica Teatral

 

TERCER CUERPO. Crónica Teatral

El espectáculo de creación de Claudio Tolcachir, titulado ‘Tercer cuerpo’, que se presentó el jueves, día 4, en el Teatro Principal, escapa a las coordenadas habituales de una pieza teatral, puesto que discurre de una forma líquida. Es como si llenáramos de agua un receptáculo con diferentes compartimentos y fuéramos haciendo circular el líquido elemento entre los mismos. Estos rincones son inicialmente una oficina destartalada, una consulta médica, un bar, un apartamento y, simbólicamente, el reflejo de la caótica realidad en la que se desenvuelven los personajes.

De manera que se trata más bien de un estudio psicológico de cada uno de ellos, con trasfondo surrealista, que de una narración de sus avatares. La escenografía y la ambientación son muy propicias para este batiburrillo de situaciones, que se producen simultáneamente aunque estén desconectadas entre sí. Los intérpretes interactúan en medio del vacío existencial que les acecha por todas partes.

El espectador queda sorprendido porque se le propone organizar este rompecabezas, así como descifrar las imágenes de una especie de caleidoscopio. El trasfondo de todo, como en multitud de ocasiones, es el amor y el desamor, utilizando la impostación de situaciones en las que operan la mentira, el transformismo y las contradicciones para dar forma a lo que en muchos casos es un simple espejismo.

El título ‘Tercer cuerpo’ tal vez pueda aludir a que existe un primer cuerpo, el personal, un segundo cuerpo, el ajeno, y un tercero que consiste en la comunicación entre ambos. El propio Tolcachir define así la esencia de los cinco personajes de la historia: “Muchas veces sentí que yo no estaba preparado, que no era lo suficientemente maduro para afrontar los desafíos más simples de la vida. Como si todos los demás hubieran recibido un manual de instrucciones que a mí no me llegó. La incapacidad absoluta como sello de fábrica y, sin embargo, un deseo enorme de vivir. Torpemente, equivocadamente pero al menos intentándolo”.

Gran despliegue actoral de Carmen Ruiz, distendiendo con su comicidad las situaciones más tensas, brillante el de Natalia Verbeke, con su aspiración a la maternidad, y un tanto apagado el de Nuria Herrero, que poco a poco se anima. Los dos varones cumplen, tanto Carlos Blanco como Gerardo Otero, aunque el último aparece un tanto desdibujado. 

La caótica acción se centra y encumbra en el momento en que Héctor, a quien interpreta Carlos Blanco, ya mediada la obra, decide escribir una necrológica a su madre recién fallecida, en la que intervienen sus colegas de manera determinante.

Francisco Javier Aguirre

lunes, 1 de mayo de 2023

CRÓNICA TEATRAL: El plan

 

CRÓNICA TEATRAL: El plan

El texto de Ignasi Vidal, que se ofreció el pasado fin de semana en el Teatro de la Estación, no hace sino trasladar la calle al escenario. Se representó hace años en Zaragoza, pero su reposición es oportuna porque sus planteamientos no han perdido actualidad. Esta propuesta de Olympia Metropolitana, dirigida por el propio autor e interpretada por Jordi Ballester, Diego Braguinsky y Àngel Fígols, apareció hace bastante tiempo como un modesto libro que poco a poco fue tomando dimensión hasta convertirse en una comedia negra de gran impacto.

La modernidad del tema y su cotidianidad convierten el escenario en una sala de estar de cualquier domicilio en un barrio obrero acomodado. Acomodado pero menos, porque el fantasma del paro ha tomado cuerpo y es una realidad que ahoga a los tres protagonistas, Ximo, Ramón y Andrade, compañeros en una fábrica recientemente cerrada.

Se han reunido para preparar un encuentro deportivo con otros colegas en su misma situación, pero la avería del coche de Andrade, el último en llegar, demora la reunión. Durante ese tiempo muerto comienzan a surgir multitud de aristas de la convivencia cotidiana. La relación de amistad entre ellos puede naufragar en cualquier momento porque se van descubriendo situaciones conflictivas que adquieren mayor volumen a causa de la tensión en que los tres se desenvuelven.

La trama se va enredando lentamente hasta alcanzar dimensiones trágicas. Antes ha habido tiempo para el humor, la ironía, la burla y el esperpento, pero lo terrible está por llegar. Abocados a la desesperanza laboral, y por distintos motivos también a la vital, estos tres perdedores van a ir desnudándose en un ejercicio más catártico que terapéutico. La conclusión, inesperada, es de gran impacto.

El enfoque naturalista de la obra, la fluida interpretación, las bromas y las confidencias consiguen que el espectador se sienta próximo a los personajes. Lo que se contempla puede hallarse en cualquier ambiente en estos tiempos de crisis laboral, económica, psicológica y social. No se trata de una denuncia de la situación, por sobreentendida, sino de una advertencia, de un aviso a navegantes sobre la inestabilidad de los vínculos, incluidos los afectivos y los familiares. La inquebrantable amistad de los protagonistas puede saltar hecha añicos a causa del desequilibrio a que les han conducido sus problemas, antiguos o recientes.

El dinamismo de la trama, su ritmo, las espontaneidad de la interpretación y la facilidad de identificarse con lo que está ocurriendo en el escenario, convierten la obra en una de las propuestas teatralmente más interesantes del momento actual.

Francisco Javier Aguirre