domingo, 7 de julio de 2024

CLITEMNESTRA. Crónica teatral

 

CLITEMNESTRA. Crónica teatral

Los griegos inventaron la modernidad. Lo hicieron en muchos ámbitos, sobre todo en el arte, la filosofía, la narrativa, la poesía, la comedia y la tragedia. Sus creaciones dramáticas siguen vivas y de ello son muestra las numerosas versiones realizadas en la actualidad en todos los escenarios del mundo. 

El Teatro de Las Esquinas ha culminado su IV Festival de Teatro Clásico de Zaragoza, 'Delicias Clásicas', con la tragedia de la reina Clitemnestra, en una versión de José María del Castillo a partir de la presencia del personaje en las obras de Esquilo, Sófocles y Eurípides, versión espectacular que ha puesto sobre las tablas la compañía madrileña Coribante, bajo la dirección del propio José María del Castillo.

Una explosión de sensaciones de alta graduación invade el escenario desde la presentación del drama, contagiando de inmediato a los espectadores con la multiplicidad de recursos y alicientes gestuales, vocales, rítmicos, coreográficos y musicales envueltos en la continua melodía oscura que transita a lo largo de toda la obra, elaborada con una profunda conciencia escénica por Alejandro Cruz Benavides. Las coreografías diseñadas por Benjamín Leiva son igualmente espectaculares.

Presididos por Natalia Millán, Ángeles Rusó, la aragonesa Camino Miñana, Daniel Moreno, Diana Anthea y Benjamín Leiva se multiplican decodificando infinidad de recursos, magnificando el cante flamenco, elevando a las alturas el zapateado, enarbolando velos y abanicos para envolver la trágica historia de una mujer víctima del patriarcado, símbolo de una situación aborrecible que aún perdura entre nosotros. El estandarte feminista que hoy ondula clamoroso por todas partes, lleva escrito en su eje a muchas heroínas, entre ellas a la mítica reina de Micenas, enfrentada a una situación opresiva presidida por su marido Agamenón, el rey, el despiadado héroe de Troya.

Un coro, elemento clave en la dramaturgia clásica, compuesto por los actores del reparto comparte y amplifica con ritmo y exactitud sorprendentes el mensaje de la tragedia.

Francisco Javier Aguirre

 

jueves, 4 de julio de 2024

ENIGMA SHAKESPEARE. Crónica Teatral

 

ENIGMA SHAKESPEARE. Crónica Teatral

La muerte preside el horizonte vital de los humanos, sean famosos o desconocidos. La muerte preside también el destino dramático de los protagonistas en la obra de Shakespeare. El propósito de encontrar los resquicios cómicos del bardo inglés, preside el intento de la compañía salmantina Teatro de Poniente, a través del texto de Antonio Velasco, que el miércoles, día 3, ofrecieron en el Teatro de las Esquinas, como cuarta entrega del IV Festival de Teatro Clásico de Zaragoza denominado 'Delicias Clásicas'. Un propósito que cumplieron sobradamente Raúl Escudero, Inma Gamarra y el propio Antonio Velasco, implicado también en la dirección del espectáculo junto a Nathan L. Bamio.

La acción se desarrolla en las instalaciones del Teatro Globe, donde Robert Field y su compañía esperan la última obra del dramaturgo, con la que esperan alcanzar un gran éxito y saldar las enormes deudas de la empresa. Pero lo que reciben es la trágica noticia de su muerte. Ante el desconcierto que les produce la aparición del espectro del difunto, confesando que ha sido asesinado, los actores deciden hacer un repaso por sus principales obras para encontrar indicios que les permitan averiguar quién es el culpable, porque según el espectro, parece existir uno, oculto detrás de algunas claves y enigmas a lo largo de su obra. 

Hasta aquí el esquema argumental. Lo llamativo viene a continuación y consiste en una desdramatizada parodia de algunos de esos personajes emblemáticos que han acabado muriendo. Mediante un ingenioso sistema de máscaras, parches y apósitos, los actores van desmenuzando con frescura y desparpajo las situaciones representadas. Desmenuzando y actualizando, porque el propósito del Teatro de Poniente es poner al alcance del público joven un arte, el dramático, y un autor clave en el mismo, Shakespeare, haciéndolo próximo y festivo mediante un lenguaje desinhibido, una música y unas canciones actuales fácilmente identificables, un tratamiento gestual abierto y una ambientación adecuada.

El resultado encandiló al público, según pudo comprobarse en el coloquio con los actores, posterior a la obra, siguiendo esa feliz iniciativa desarrollada por el Teatro de Las Esquinas en sus ciclos temáticos.

Francisco Javier Aguirre