jueves, 31 de octubre de 2024

OLVIDO FLORES. Crónica Teatral

 

OLVIDO FLORES. Crónica Teatral

La capacidad dramática de una artista brilla de forma espléndida cuando es capaz en menos de una hora de desentrañar las piezas que forman un rompecabezas casi diluido por el tiempo.

Estefanía de Paz, autora, directora e intérprete de ‘Olvido Flores’, una producción de Quiero Teatro, inició el octavo Ciclo de Mujeres  a Escena que el Teatro de Las Esquinas ofrece los miércoles de noviembre, con un anticipo, el referido, el último de octubre, día 30.

La desaparición en la villa navarra de Lodosa del circo Anastasini, coincidiendo con la fecha del llamado alzamiento nacional, 18 de julio de 1936,  proporciona conjeturas que la actriz va elaborando con precisión milimétrica dentro de una caravana rodante que usa para este espectáculo, que también es susceptible de ser ofrecido en una sala convencional, pero reproduciendo el espacio y la dramaturgia de su original idea creativa.

El reparto de la obra en dos porciones distintas, aunque complementarias, añade un aliciente especial a la pieza que, en su segunda parte, permite la intervención del público porque la actriz se ha despojado de sus atributos artísticos para convertirse en una testigo de los hechos oscuros ocurridos hace casi 90 años.

Su desparpajo expresivo, el detalle minimalista manifestado en su atuendo, en la dramaturgia, en el recurso a los objetos y en el enfoque humorístico, hasta donde se puede, de un episodio trágico, consigue como resultado un espectáculo de gran originalidad, tanto por su diseño como por su realización.

Entre lo verídico y lo imaginado, Estefanía se desenvuelve con soltura desparramando sus recursos interpretativos por un terreno de muchas aristas y planos contrapuestos que logra concentrar la atención del público. Una soltura que encandila por su levedad y que al mismo tiempo produce un impacto emocional perdurable.

Francisco Javier Aguirre

sábado, 26 de octubre de 2024

TESTIGO DE CARGO. Crónica Teatral

 

TESTIGO DE CARGO. Crónica Teatral

La representación plástica de una narración destinada originariamente a la lectura, como es el caso del relato ‘Testigo de cargo’, de Agatha Christie, plantea siempre algunas dificultades. Billy Wilder la solventó con innegable éxito en su versión cinematográfica de 1957.

Durante esta semana ha sido el Teatro Principal quien ha ofrecido la traslación escénica de este conocido caso de debate judicial en torno a un crimen. Octubre Producciones ha presentado la versión de Roberto Santiago, bajo la dirección de Fernando Bernués, con un reparto de lujo encabezado por Fernando Guillén Cuervo.

El resultado es espléndido por cuanto en ella se tratan temas esenciales como la toxicidad de las relaciones de pareja, la manipulación de las personas que amamos, la felonía o los límites de la justicia. Con una escenografía mínima en cuanto a lo material y una múltiple aportación de imaginería virtual en la que van diseñándose los diferentes momentos álgidos de la trama, se consigue trasladar al público la tensión narrativa del relato que, no por ser conocido el giro argumental con que concluye, pierde fuerza expresiva.

A ello contribuye la implicación de los actores, la ambientación audiovisual y la propia presencia de un público atento que está arropando con un lleno absoluto cada una de las cinco sesiones programadas en nuestro histórico recinto. Se trata de una propuesta  conectada plenamente con nuestra sensibilidad como espectadores actuales, como afirma Roberto Santiago al sintetizar la versión realizada.

El único elemento que podría mejorarse, en cuanto a la puesta en escena, se concretaría en una mayor duración de las proyecciones narrativas en pantalla que describen el ambiente y los avatares del caso. 

Francisco Javier Aguirre

           

 

jueves, 24 de octubre de 2024

CUERDA. Crónica Teatral

CUERDA. Crónica Teatral

El Teatro de Las Esquinas se ha sumado a la celebración del mes mundial de la salud mental programando la obra ‘Cuerda’, de Béatrice Fulconis. Ha contado para la ocasión con ASAPME, Asociación Aragonesa Pro Salud Mental, que celebra sus cuarenta años de existencia.

La compañía vallisoletana Teatro del Navegante, con tres lustros de trayectoria dedicados a poner de relieve problemas de impacto social, bajo la dirección de Xiqui Rodríguez, que junto a Beatriz Fulconis interpretan este relato-reflexión sobre los avatares de la salud mental en el mundo contemporáneo, propone un regreso simbólico a uno de los personajes más estigmatizados de la historia de España: Juana I de Castilla, hija de los Reyes Católicos, apodada ‘La loca’, cuya tragedia personal ha sido objeto de numerosas interpretaciones hasta dar lugar a una nueva denominación, la esquizopsiquia. 

La trama nos plantea los avatares de una empresaria de la alta sociedad que es impulsada por su familia a internarse en un centro holístico de recuperación para acabar con su sus problemas mentales y recobrar la cordura, para tornarse ‘cuerda’, término que da sentido al título de la obra. Lo singular de esta producción dramática es que la propia autora e intérprete ha padecido ese problema mental y, según su propia confesión en el coloquio posterior, sigue tratándose con profesionales expertos en su dolencia.

Hay un juego realista mediante la intervención en vídeo de otros personajes que padecen o han padecido el estigma, como la reconocida actriz Lola Herrera que manifiesta su propia experiencia, dando de esta forma cierto alivio a la densa trama que se desarrolla durante varios años en sucesivas etapas, a veces fugaces y en otras ocasiones de una intensidad inusitada. Muy acertadas la ambientación, la tramoya y la banda sonora, además de los recursos videográficos que orientan al espectador sobre la trayectoria del tratamiento aplicado a la protagonista.

Estaba previsto en el programa un coloquio posterior con los intérpretes y la directora de ASAPME, Ana López, que resultó de gran interés por cuanto buena parte del público asistente tenía relación directa o familiar con los problemas de la salud mental que parecen extenderse de forma imparable en el mundo contemporáneo.

Francisco Javier Aguirre

 


domingo, 20 de octubre de 2024

MEDEA A LA DERIVA. Crónica Teatral

 

MEDEA A LA DERIVA. Crónica Teatral

El gesto sustituye al texto al comienzo de la interpretación que ofrece Amelia David de la novela gráfica de Fermín Solís en una dramaturgia de Isidro Timón que dirige la obra, producida por Maltravieso Teatro, la compañía extremeña que está presentando su montaje este fin de semana en el Teatro de La Estación.

Escenografía impactante, limitada a un témpano de hielo sobre el que viaja la desdichada Medea huyendo de sí misma, de su tragedia, de los mortales y de los inmortales, esos dioses que la han condenado a la propia eternidad que ellos disfrutan, pero que la asesina de sus hijos y de su marido padecerá eternamente. 

Luego está la música, el marco sonoro a cargo de Lorenzo González, un elemento relevante en la representación que subraya, dramatiza y engrandece cada uno de los tramos de la trama. 

La obra gráfica de Solís, que ha merecido comentarios como «esta adaptación nos abstrae: un paisaje austero, entintado en tres colores tan gélidos como el blanco, el azul y el negro aportando templanza; salpicado de rojo en mínimas ocasiones para el sol y la sangre», o «no es fácil depositar toda la carga narrativa sobre un personaje; el monólogo resulta complejo de trasladar a la viñeta, pero Solís resuelve con extraordinaria brillantez la propuesta apelando precisamente a la fuente original teatral, a esa reflexión interior a la que el espectador asiste como callado voyeur», la personifica Amelia David con un despliegue de facultades sorprendente, tanto en la acrobacia de sus gestos como en la expresividad de su rostro y en la profundidad estremecedora de sus lamentos.

Esta versión libre de la tragedia que recopiló Eurípides, alude de forma directa al mundo contemporáneo cuando afirma que, 2.500 años después, la verdad es manipulada por el poder a su gusto y conveniencia.

El proceso de traslación de una obra gráfica al mundo escénico exige una atención meditada y constante por parte del espectador para captar toda la riqueza de su contenido simbólico.

Francisco Javier Aguirre

 

domingo, 6 de octubre de 2024

LAS QUE GRITAN. Crónica Teatral

 

LAS QUE GRITAN. Crónica Teatral

El arte dramático suele encontrar resquicios por los que filtrar sensaciones contrapuestas. Es lo que ocurre con la obra LAS QUE GRITAN, que estos días se está ofreciendo en el Teatro de las Esquinas, bajo la dirección de José María del Castillo, que también participa en la creación del texto.

Cuatro mujeres, una madre y sus tres hijas, interpretadas por actrices de renombre, dan cuerpo a una comedia reflexiva sobre las relaciones intrafamiliares. Comedia en toda regla, porque esa es la fórmula adoptada para contrarrestar la angustia que puede provocar la vivencia de la muerte inminente de Consuelo, la madre, que convoca a sus tres hijas en una casa rural de su propiedad para celebrar la despedida.

Rosario Pardo, Eva Isanta, Norma Ruiz y Pepa Rus componen una sucesión de cuadros colectivos donde los enfrentamientos y disensiones son el caldo de cultivo de la relación familiar, unas veces tensa y otras hilarante, al mismo tiempo que, saliendo de plano escénico común, cada una de ellas va expresando las singularidades de su personalidad en forma de un análisis despiadado de su trayectoria vital.

Cada una de estas confesiones suscita un encendido aplauso del público, valorando la capacidad de autoanálisis de los personajes, que ofrecen de este modo unas pinceladas dramáticas de alta graduación a lo que en su conjunto es una obra cómica.

Los instrumentos constructivos de LAS QUE GRITAN son de gran consistencia, desde el diseño de la producción hasta el vestuario y la ambientación musical, pasando por una escenografía que permite mediante técnicas audiovisuales la presencia virtual de otros personajes no incluidos en el reparto físico. Toda una muestra de por dónde puede caminar el arte de Talía en estos tiempos en los que se debaten los caminos del arte ante la inevitable invasión de la inteligencia artificial.

Francisco Javier Aguirre