viernes, 4 de julio de 2025

EL MANUSCRITO DE INDIAS. Crónica teatral

 

EL MANUSCRITO DE INDIAS. Crónica teatral

 

Recurrir a la auto ficción es una fórmula frecuente en la narrativa contemporánea. Aplicada al arte escénico, puede resultar apasionante. Eso consigue Antonio Velasco, de la compañía salmantina Teatro de Poniente, en la última obra del ciclo Delicias Clásicas que ha estado ofreciendo a lo largo de cuatro sesiones, entre finales de junio y principios de julio, el zaragozano Teatro de Las Esquinas.

El espectáculo auto dirigido por el actor y por Raúl Escudero nos lleva a comienzos del siglo XVI en la España volcada hacia el recién descubierto Nuevo Mundo, al que acuden un tropel de individuos de toda laya y condición intentando hacer fortuna, desde los frailes evangelizadores hasta los desheredados que tratan de participar en el convite que sueñan, pero que han de empeñarse también en inesperadas aventuras, más los combates con los nativos americanos. 

De todo hay en ‘El manuscrito de Indias’, un texto jugoso escrito por el propio intérprete, en el que intenta acercar al mundo contemporáneo las sensaciones y las emociones que vivieron aquellos esforzados pioneros de la colonización de los territorios ultramarinos recién descubiertos.

El proceso narrativo es preciso y muy sugerente, con un recorrido que se inicia desde el final de la vida del protagonista para concluir del mismo modo. En medio, bien engarzados, infinidad de sucesos, situaciones y aventuras trabajadas escénicamente con mucho vigor y gran ingenio.

Del mismo modo, sorprende la precisa y preciosa dramaturgia de la obra, destacando la capacidad mimética de Velasco, que conjuga armoniosamente con una iluminación y un soporte sonoro de gran efecto. 

El acostumbrado coloquio posterior a la obra, con el actor y la productora Iratxe Jiménez, fue muy ameno y esclarecedor.

Francisco Javier Aguirre