viernes, 25 de noviembre de 2022

¡AY CARMELA! Crónica Teatral

 

¡AY CARMELA!    Crónica Teatral

La pieza de José Sanchís Sinisterra ¡Ay Carmela! que se ha ofrecido en el Teatro Principal de Zaragoza durante la última semana de noviembre, supone un retorno a los orígenes. La obra fue estrenada precisamente en el mismo escenario en 1987 por la compañía Teatro de la Plaza bajo la dirección de José Luis Gómez. Ahora ha sido el veterano José Carlos Plaza quien ha dirigido a María Adánez y a Pepón Nieto en los dos papeles únicos de la obra original, Carmela y Paulino.

A pesar de que la obra de Sanchís Sinisterra se ha presentado en muchos lugares por diferentes compañías y actores, el tema y el título son popularmente conocidos por la producción cinematográfica que dirigió Carlos Saura dos años después, en 1989, con Carmen Maura y Andrés Pajares en los papeles estelares. Modificó la concepción original, que establece dos planos de la realidad, optando por la continuidad cronológica, quizá más asequible para la mayoría del público.

Pero la pieza teatral es como es y exige la capacidad de traslación espacio-temporal y la interpretación de la simbología que propone una Carmela que ya ha fallecido y se aparece reiteradamente a Paulino, rescatando episodios vividos cuando la compañía de cómicos que actuaba en la zona republicana durante la Guerra Civil cae en manos de los ‘nacionales’ y tiene que reconvertir su espectáculo al gusto del triunfador, organizando una sesión grotesca destinada a denostar a la República ante un grupo de militares y otro de prisioneros de las Brigadas Internacionales, sobre todo polacos. La situación no es soportada por Carmela, que resulta fusilada, y a partir de ese momento reaparecerá como un fantasma en la vida de Paulino, que se ha acomodado a la situación. 

La puesta en escena de José Carlos Plaza refuerza el dramatismo del texto, no exento de comicidad, utilizando un escenario más tétrico que luminoso y dando especial énfasis al considerado ‘Epílogo’ de la obra, del cual se prescinde en la película homónima, que sin embargo da pleno sentido a la intención de denuncia que genera el texto literario y refuerza las características personales de cada uno de los intérpretes, el amor a la vida y la solidaridad hacia los demás por parte de Carmela, frente a la cobardía de Paulino y su adaptación a las circunstancias.

Interpretación muy vívida de ambos actores, con una escenografía impactante de Javier Ruiz de Alegría que, además, utiliza la iluminación de forma sugerente. También el espacio sonoro de Víctor Elías y Javier Vaquero consiguen reforzar las intensas sensaciones y emociones que provoca el drama.


Francisco Javier Aguirre

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