sábado, 25 de octubre de 2025

ICONOS, O LA EXPLORACIÓN DEL DESTINO. Crónica teatral

 

ICONOS, O LA EXPLORACIÓN DEL DESTINO. Crónica teatral

Cada una de las actuaciones de Rafael Álvarez, ‘el Brujo’, ofrece la novedad de una contradicción en positivo: siempre son iguales, pero al mismo tiempo distintas. Iguales porque el actor mantiene su tono lingüístico y su estrategia escénica, pero distintas debido a que en cada una de ellas puede observarse que él ha crecido en profundidad, y al mismo tiempo despierta la misma sensación entre quienes lo escuchan. 

En el espectáculo que está ofreciendo el Brujo en el Teatro de las Esquinas este fin de semana, puede comprobarse lo dicho. Los espectadores sabemos de lo que está hablando, pero al mismo tiempo descubrimos sorprendentes perfiles, tanto en el desarrollo escénico  como en nuestra percepción del mismo.

El monólogo titulado ‘Iconos, o la exploración del destino’ gira en torno a la tradición oral de los relatos mitológicos, vinculados en buena medida al mundo oriental, básicamente el hindú, que sustentan personalidades claves en la tragedia griega, como Medea, Edipo, Antígona y Hécuba. A partir de sus respectivas trayectorias histórico-mitológicas, el Brujo reflexiona sobre dos conceptos fundamentales: el destino y el silencio.

Con la colaboración impecable de Javier Alejano, resaltando y subrayando con sus instrumentos algunos términos claves en el discurso del actor, avanza el proceso dramático entrelazado con caricaturas varias sobre la actualidad político-social. En el monólogo participativo (una espectadora llamada Lourdes y un estudiante de arte dramático llamado Álvaro) se ven integrados potencialmente los espectadores que, una vez asimilado el valor del silencio como elemento integrador de cualquier proyecto vital, prorrumpen, puestos en pie, en un prolongado y vibrante aplauso.

Excelente propuesta escénica que combina de forma magistral la risa hasta la carcajada, con el estímulo de la reflexión, tan urgente en muchos aspectos de la vida personal y de la actual trayectoria colectiva.

Francisco Javier Aguirre 

viernes, 24 de octubre de 2025

LA SOMBRERERÍA DE QUITA Y PON. Crónica teatral

 

LA SOMBRERERÍA DE QUITA Y PON. Crónica teatral

Hay una enorme dosis de conocimiento y ternura en la obra de Raúl Herrero, que durante este fin de semana se está ofreciendo en el zaragozano Teatro del Mercado. Bajo la dirección de Joaquín García, sus hijos Silvia y Alejandro realizan un prodigioso ejercicio escénico, de inspiración circense, combinando lo cómico con lo simbólico en una interpretación que muy pronto se convierte en entrañable.

Los dos hermanos, propietarios de la sombrerería de Quita y Pon, diminutivos familiares de Poncio y Quiteria, engalanan con sus voces, sus gestos y sus juegos el espacio escénico creado por Óscar San Martín, y enriquecido con una meticulosa escenografía de Manolo Pellicer. 

Hay una actividad frenética, definida por los encuentros y desencuentros de la pareja protagonista, que no da respiro al espectador, envuelto por la sucesión de giros verbales, recursos malabares, canciones de época y nostalgias que los dos hermanos escenifican de forma admirable retornando a sus juegos de infancia. En ese pasaje, la obra rompe la cuarta pared e invita a participar a los asistentes en la resolución de las adivinanzas con las que los dos niños se retan. Este episodio constituye una de las cumbres de la comedia, un momento donde el juguete cómico adquiere inusitada intensidad, un tracto escénico en el que el rol femenino consolida su predominio gradual sobre el masculino. 

La banda sonora, a cargo de Jonathan Carrillo, aglutina los diversos componentes de la obra y respalda con eficacia, tanto la interpretación de los actores como la participación de los principales objetos esenciales y presenciales -la colección de sombreros-, que añaden un sentido genuino a todo el espectáculo.

                    Francisco Javier Aguirre

sábado, 4 de octubre de 2025

REMÁTAME OTRA VEZ. Crónica teatral

 

REMÁTAME OTRA VEZ. Crónica teatral

Un individuo de la presunta alta sociedad va a invitar a otras tres personas de su élite con las que tiene lejanos y a veces conflictivos contactos. Son dos mujeres y un hombre. Una de ellas fue su esposa, y la otra, una soprano en decadencia, es su amante. Para completar el cuarteto, aparece de forma continua en el escenario un criado cuasi eterno, porque lleva aproximadamente cuatro décadas al servicio del prócer. 

Dejando a un lado al omnipresente mayordomo, valga el oxímoron, los cuatro protagonistas de esta dramedia se odian en secreto mutuamente por diferentes razones. El mundo de las apariencias frente al pozo de las discordias. Aprovechando una de las tormentas nocturnas que deja sin luz a la mansión, uno de los presentes asesina al propietario. Aquí empieza la auténtica montaña rusa entre los cuatro personajes restantes, tratando de descubrir al autor del crimen.

Esta producción de la compañía Natari, protagonizada por Jesús Cabrero, Ángel Ruiz, Belinda Washington, Juanjo Cucalón y Roser Pujol, dirigida or Alberto Papa-Fragomén, que se está ofreciendo durante todas las fiestas del Pilar en el Teatro de Las Esquinas, es un carrusel de sorpresas, de delirios cómicos y de juegos del lenguaje que puede complacer a todo aquel que encuentre en el teatro una plasmación de la visceralidad humana, propicia tanto a la chanza como a la trampa, tanto al chascarrillo como a los juegos verbales.

La trama es sumamente ingeniosa, aunque existe un riesgo: perderse algunos de los festivos gags lingüísticos porque las risas precedentes los difuminen. Como anticipó uno de los protagonistas en la presentación de la obra, “cuando salen los espectadores después de verla, dicen que durante la misma se olvidan de los problemas, se lo pasan bien y lo único que existe es esta función, en la que cualquier cosa que parezca coherente puede no serlo”.

Francisco Javier Aguirre