miércoles, 29 de enero de 2025

LA NOCHE SE ESTÁ MURIENDO. Crónica Teatral

 

LA NOCHE SE ESTÁ MURIENDO. Crónica Teatral

Evocar la figura de Federico García Lorca supone tejer un lienzo de nostalgia y ausencia para quienes amamos el teatro y la poesía de hondura. Lo consigue plenamente la obra ‘La noche se está muriendo’, de Martín Ortiz, presentada por primera vez en España por la compañía Teatro El Crisol, de Buenos Aires, el miércoles 29 de enero, en el zaragozano Teatro de la Estación, con el aforo prácticamente completo dada la dimensión del personaje y la altura de la escenificación dirigida por el propio Martín Ortiz y por Jorgelina Herrero.

El argumento juega con la realidad y la fantasía. La realidad consiste en que la emblemática pieza de García Lorca ‘La casa de Bernarda Alba’ se estrenó mundialmente en el Teatro Avenida de Buenos Aires en 1945, nueve años después del asesinato de su creador, y que el personaje clave lo interpretó Margarita  Xirgu, gran amiga y confidente del dramaturgo. 

La fantasía reside en que tras el éxito del estreno, la protagonista encuentra en su camerino, tras recibir innumerables aplausos en el escenario, al propio García Lorca redivivo, que ha acudido para felicitarla y dialogar con ella sobre sus afectos, sus complicidades y sus obras.

El desarrollo del encuentro combina de forma admirable lo poético, lo cómico y lo trágico, porque los dos intérpretes, Lorena Szekely y Mario Petrosini, tras varios centenares de representaciones en Argentina, se compenetran plenamente. Uno de sus logros reside en la formulación fonética del lenguaje. Sin perder el acento porteño, consiguen integrarlo con el habitual de los actores españoles en un intento de aproximar la pieza al público. 

El desarrollo de la trama recoge algunos fragmentos emblemáticos de la obra de García Lorca, como ‘Yerma’, ‘Bodas de sangre’ o ‘Doña Rosita la soltera’,  aludiendo también a otras menos frecuentes como ‘El público’. También se han referencias jugosas a Borges, Eva Duarte, Perón y otras singularidades del momento.

Una de las circunstancias más llamativas es el parecido de Mario Petrosini con el propio García Lorca, tanto en fisonomía como en gestualidad, tal como recordamos al genio de Fuente Vaqueros a través de los testimonios impresos de la época, incluidas algunas de las tomas cinematográficas que se conservan.

Un intenso coloquio con actores, directores y responsables de la dramaturgia redondeó el éxito de la sesión, que se repetirá el jueves, día 30, en el escenario señalado. La compañía representará también la obra en Madrid, Barcelona y Granada.

Francisco Javier Aguirre

 

MALINCHE. Crónica dramático musical

 

MALINCHE. Crónica dramático musical

Es conocido el proceso mediático y judicial que viene acompañando a la producción ‘Malinche Symphonic’, que se presentó en el Teatro Principal de Zaragoza el martes, día 28. Tras dos largos años de éxito en Madrid y en otras ciudades españolas, esta producción de Tempo Rubato, con idea y música de Nacho Cano, sujeto de las controversias señaladas, intenta ser una historia edulcorada de lo que en realidad fue un proceso presidido por el conflicto y la tragedia.

Al margen del argumentario en pro y en contra de las cuestiones laborales y administrativas que arrastra la producción, el espectáculo ofrece dos puntos de consideración importantes: la transcripción histórica de un acontecimiento vital para España y México, y la versión musical utilizada para encumbrarlo. Hay que advertir que no es el ‘musical’ de origen, sino una versión estática del mismo, apoyada en su composición melódica.

El escenario del Teatro Principal, ocupado por la Orquesta Sinfónica Carlos Cruz-Díez, bajo la dirección de Manuel Jurado, ofrecía un fondo difuso donde residían las voces que a su debido tiempo ocupaban el proscenio para interpretar las composiciones del conocido y controvertido músico, sirviendo al mismo tiempo de pantalla para la proyección de la versión literaria de los hechos, un tanto anodina y acomodaticia a lo largo de su desarrollo.

Los elementos trágicos del proceso histórico quedan de este modo como difuminados por la escenografía diseñada por Jerry Zamora, orientando la atención de gran parte del público hacia la sonoridad musical, de calidad notable, más que hacia el trasfondo dramático de la historia que se cuenta de forma sucinta y edulcorada, como se ha dicho.

Sin negar la valía artística del montaje, hay que reconocer que una puesta en escena distinta hubiera ofrecido una versión más ajustada a la realidad. No obstante, el espectáculo está destinado a triunfar, no solo por sus condiciones creativas sino también por la polémica que ha generado desde su estreno madrileño en septiembre de 2022.

Francisco Javier Aguirre

 

viernes, 17 de enero de 2025

EL LABERINTO. Crónica Teatral

 

EL LABERINTO. Crónica Teatral

La intensa y extensa trayectoria teatral de Paco Ortega ha dado un nuevo fruto, ‘El laberinto’, que se ofrece durante estos días en el Teatro del Mercado. Buscando nuevas vías de expresión escénica, el veterano autor, actor y director, a través de la compañía Teatro del Espejo, nos plantea una situación que es a la vez compleja y sencilla. Sencilla porque consiste en el no teatro, en la negación del mismo, no en cuanto tal, sino debido a una situación límite como fue la pandemia del Covid-19 durante la cual se interrumpieron las funciones teatrales en todo el país. 

De ese modo comienza la obra. Un actor, Alfonso Desentre, se encuentra con que no ha venido nadie a ver su espectáculo. Lo lamenta, pero se lo explica comprendiendo que la gente tiene miedo de contaminarse, además de que la administración haya tomado medidas para evitar el contagio. Inesperadamente, aparece en la sala una espectadora muy especial, a quien interpreta Isabel Rodríguez. Se trata de una mujer desconocida y anónima, tan anónima que se niega a revelar su nombre. Aunque es de origen español, emigró de niña con sus padres a Francia, pero regresa con cierta frecuencia a la ciudad donde nació. 

En este dato encontramos el primer reto del autor: también los viajes estuvieron muy limitados durante la pandemia. La presencia de la mujer en aquel espacio vacío, encierra por lo tanto un misterio. La conversación que se establece entre ambos va descifrando paso a paso una realidad que transita entre lo onírico, lo simbólico, lo fisiológico y lo metafísico. 

La interpretación de los actores es ajustada a lo que pretende el autor y director. La escenografía es escueta, limitándose a media docena de sillas que van variando de posición movidas por los protagonistas con intenciones y significados que los espectadores pueden desentrañar. La banda sonora de los Aguarod, de larga y acreditada trayectoria, refuerza el sentido simbólico de la trama, en la que la iluminación de José Antonio Royme juega también un papel importante.

Francisco Javier Aguirre

viernes, 10 de enero de 2025

SILENCIO EXTRAÑO DE VERANO. Crónica Teatral

 

SILENCIO EXTRAÑO DE VERANO. Crónica Teatral

Mercucho Producciones está presentando este fin de semana en el Teatro del Mercado la última obra de Miguel Ángel Mañas titulada ‘Silencio extraño de verano’.

En un escenario absolutamente despojado, testimonio de una cruda soledad, aparece un impactante personaje sonoro creado por Luis Villafañe invadiendo los oídos del público que llena el aforo del Teatro. Es como un presagio del drama al que vamos a asistir.

No tardan en salir a escena los personajes, una pareja a la que dan vida Inma Oliver y Jesús Bernal, y su hija Blanca, interpretada por Ana Cózar. Comienzan a aparecer los hilos de la trama que por obra de Diego Palacio, director de la obra, irán construyendo un tejido cada vez más espeso.

El verano lo ha invadido todo y agobia, no solo los cuerpos, sino también las mentes de los protagonistas, que no encuentran salida al conflicto al que han de enfrentarse dentro y fuera de su entorno familiar. Blanca está en libertad provisional con cargos por haber matado a un hombre que abusó de ella. Sus padres tratan de arroparla, pero su intento acaba fracasando. La víctima es declarada culpable.

No tarda en aparecer, mediante recurso videográfico, la madre del muchacho asesinado, a quien interpreta María Pérez Collados, físicamente presente entre el público en la sesión de estreno. Debiera haber salido a saludar al escenario al finalizar, junto al autor y el director, porque es una pieza clave de la trama. 

La historia que va creciendo y consolidándose a medida que avanza la representación, nos plantea varios temas de reflexión. Uno de ellos, quizá el más leve, se refiere a la creación literaria secreta que está desarrollando la madre. Mediante un recurso bien ideado, el uso de un micrófono, es la hija quien va dando a conocer unos textos de intención poética bien expresada. 

Un tema trascendental es el relativo a la violación sufrida por Blanca, que en defensa propia asesinó a su agresor. El autor del texto no toma partido, limitándose a exponer los hechos pero proponiendo al espectador una reflexión sobre hasta qué punto la postura, la actitud, el gesto, la palabra, la vestimenta y otros elementos concomitantes en manos de la mujer provocan la violencia machista. Un tema arduo que invita al debate. 

Otro importante es el propósito de venganza de la madre del muchacho asesinado, que atemoriza con su gesto y su palabra a través de la proyección en pantalla. Una pantalla que, a mi juicio, debiera haber sido un lienzo negro, para facilitar el visionado de las imágenes que forman parte de la representación. Los altibajos del fondo escénico dificultan la lectura de los  textos que se proyectan. 

La propuesta de Mañas es potente, las interpretaciones destapan el inframundo familiar, y el final dramático completa un espectáculo de alta densidad estética e intelectual.

Francisco Javier Aguirre