viernes, 16 de mayo de 2025

CORTÁZAR EN JUEGO. Crónica Teatral

 

CORTÁZAR EN JUEGO.  Crónica Teatral

 

Recomendaba Julio Cortázar que se leyera más allá de las palabras, que es donde se encuentra el verdadero texto, el significado de la realidad. Por ello creó la imagen simbólica del ‘cronopio’, un dibujo fuera del margen, un poema sin rimas, como él mismo lo definió. 

En la obra ‘Cortázar en juego’, que estos días se está ofreciendo en el Teatro del Mercado, hay un recurso sucesivo a los textos fuera de margen, ideando para ello una transmisión radiofónica que se inspira en la primera de las traducciones que hizo el autor, hace ochenta años, concretamente la novela de Daniel Defoe ‘Robinson Crusoe’, que les sirve a los autores del texto dramatizado, José Sanchís Sinisterra y Clara Sanchis, para abrir y cerrar el arco temático en cuya zona más alta, geométricamente considerada, se sitúa Pablo Rivero, el actor que comparte escenario con Ana Rayo, excelentes intérpretes ambos, bajo la dirección de Natalia Menéndez. 

Los fragmentos de la poliédrica obra dramática que constituyen la trama sucesivo-alternativa de ‘Cortázar en juego’ transmiten en su conjunto la personalidad intelectual y emocional del autor argentino, a quien desde sus inicios inspiró Jean Cocteau, abriendo su mente al mundo de lo episódico y también al surrealismo. 

Aunque el armazón de la pieza teatral tiene como base dos de las piezas más significativas de Cortázar, ‘Adiós Robinson’ y ‘Nada a Pehuajó’, van sucediéndose episodios fragmentarios procedentes de ‘Rayuela’, ‘Ocupaciones raras’, ‘Papeles inesperados’ y otras producciones del prolífico autor argentino, que permiten transitar al espectador por su desbordante y liberal creatividad.

Es impactante la potencia del lenguaje verbal, reforzado por el intencionado acompañamiento musical de Mariano Marín, que consigue realizar el papel de aglutinador, como si fuera el elemento de fusión entre los sonidos directos y los grabados. 

A todo ello contribuye el despliegue luminotécnico de Pilar Valdelvira, la sugerente escenografía de Mónica Boromello y el revelador –a veces esperpéntico– diseño de vestuario de Laura Ferrón.

Francisco Javier Aguirre

 


domingo, 4 de mayo de 2025

CÁDIZ. Crónica Teatral

 

CÁDIZ. Crónica Teatral

El tránsito de la juventud a la edad adulta tiene un proceso propio para cada persona. Los avatares de ese cambio pueden enfocarse desde un punto de vista dramático, pero es más propio tejerlos con elementos cómicos, como ocurre con la obra de Fran Nortes que bajo la dirección de Gabriel Olivares ofreció el Teatro de Las Esquinas el sábado día 3, en producción de la compañía Teatro Lara. 

Dramático es el dato de que Miguel, un hombre de 40 años, siga viviendo en casa de sus padres, situación por la que atraviesan a día de hoy bastantes personas obligadas por las circunstancias económicas. Sin embargo, ‘Cádiz’ da prioridad a los elementos cómicos que resultan del reencuentro de tres amigos de la infancia cuando ya han prácticamente agotado la primera juventud y enfocan el futuro con perspectivas diferentes. 

La obra se desarrolla en tres fases, con sucesivos encuentros de Eugenio, Adrián y el propio Miguel, interpretados por el autor de la obra, Nacho López y Bart Santana. Distribuidas las reuniones en tres años, con el horizonte puesto en un posible viaje de relax a Cádiz de los tres amigos, la primera es la más consistente, relajándose la tensión en la segunda y volviendo a ganar altura en la última, cuando se consigue un cierto consenso que alumbra una madurez compartida. 

Son interesantes las perspectivas del autor-intérprete y de otro de los actores. Fran Nortes afirma que “hay amigos con los que vas cogiendo distancia, pero les quieres tanto que los aguantas. De los amigos también se enamora y se desenamora uno. Bart y yo somos completamente el día y la noche."

Bart Santana considera que “la obra es una función que parece que va a ser una cosa, pero luego es otra”. Nortes añade que “en esta obra hay mucho drama, pero está planteada como comedia. La comedia es súper difícil, nunca sabes si va a funcionar o no hasta el momento”.

Definitivamente sí, la dramedia funciona, a pesar de las oscilaciones señaladas y del inevitable fenómeno de que los actores se contagien a veces de las risas del público.

Francisco Javier Aguirre

viernes, 2 de mayo de 2025

EL MÉDICO ‘El musical’. Crónica Teatral

 

        EL MÉDICO ‘El musical’. Crónica Teatral


    Ayer, jueves 1 de mayo,  llegó al Teatro Principal de Zaragoza esta versión musical de la novela de Noah Gordon, tras haber permanecido en cartel mucho tiempo en Madrid y estar actualmente de gira por España.  Lo hace por segunda vez en dos años, puesto que en febrero de 2023, con estreno el jueves día 2, consiguió un lleno absoluto durante todo el mes, con una última representación el domingo día 26.

    También ahora, 20 sesiones consecutivas, la última el domingo 18 (algunos días hay sesión doble) van a permitir que el público disfrute de un espectáculo de alto nivel dentro del género musical, una fórmula moderna de establecer lazos estéticos entre el teatro, la música y la danza, con todas sus concomitancias. Aunque el perfil no sea el mismo, la ópera que ha venido representando este abrazo entre las artes durante varios siglos, ha conseguido hoy un amplio aprecio popular mediante los ‘musicales’. 

    El construido sobre el argumento novelesco, con la creación musical de Iván Macías  y bajo la dirección de Dario Regattieri,  se desarrolla en dos partes y un apéndice, siendo la segunda la más diáfana con algunas escenas memorables: el encuentro del protagonista con Avicena en Ispahan, la plegaria coral judaica y la maniobra seductora del Sha. 

    La primera parte es efectista, pero un tanto embarullada y reiterativa relatando los avatares viajeros del protagonista hasta llegar a su destino. Un planteamiento similar a la versión contemplada en este mismo escenario hace algo más de dos años.

    La dramaturgia se vale de los recursos fílmicos para configurar determinados paisajes, siendo en su conjunto notable, lo mismo que la interpretación de la veintena de personajes que desarrollan la trama, con una caracterización muy efectista y un vestuario fastuoso obra de Lorenzo Caprile. El reparto es distinto, aunque repiten algunos actores como Sergi Albert, ahora como Avicena, y Paco Arrojo, como el Sha.

    Los elementos simbólicos del argumento están bien estudiados, resaltando la importancia de la investigación científica y el espíritu emprendedor que ha conseguido situar al género humano en un nivel elevado, aunque no en todos los órdenes.

    Francisco Javier Aguirre