CORTÁZAR EN JUEGO. Crónica Teatral
Recomendaba Julio Cortázar que se leyera más allá de las palabras, que es
donde se encuentra el verdadero texto, el significado de la realidad. Por ello
creó la imagen simbólica del ‘cronopio’, un dibujo fuera del margen, un poema
sin rimas, como él mismo lo definió.
En la obra ‘Cortázar en juego’, que estos días se está ofreciendo en el
Teatro del Mercado, hay un recurso sucesivo a los textos fuera de margen, ideando
para ello una transmisión radiofónica que se inspira en la primera de las
traducciones que hizo el autor, hace ochenta años, concretamente la novela de Daniel Defoe ‘Robinson
Crusoe’, que les sirve a los autores del texto dramatizado, José Sanchís Sinisterra
y Clara Sanchis, para abrir y cerrar el arco temático en cuya zona más alta,
geométricamente considerada, se sitúa Pablo Rivero, el actor que comparte
escenario con Ana Rayo, excelentes intérpretes ambos, bajo la dirección de
Natalia Menéndez.
Los fragmentos de la poliédrica obra dramática que constituyen la trama
sucesivo-alternativa de ‘Cortázar en juego’ transmiten en su conjunto la
personalidad intelectual y emocional del autor argentino, a quien desde sus
inicios inspiró Jean Cocteau, abriendo su mente al mundo de lo episódico y también
al surrealismo.
Aunque el armazón de la pieza teatral tiene como base dos de las piezas
más significativas de Cortázar, ‘Adiós Robinson’ y ‘Nada a Pehuajó’, van
sucediéndose episodios fragmentarios procedentes de ‘Rayuela’, ‘Ocupaciones
raras’, ‘Papeles inesperados’ y otras producciones del prolífico autor
argentino, que permiten transitar al espectador por su desbordante y liberal
creatividad.
Es impactante la potencia del lenguaje verbal, reforzado por el intencionado
acompañamiento musical de Mariano Marín, que consigue realizar el papel de
aglutinador, como si fuera el elemento de fusión entre los sonidos directos y los
grabados.
A todo ello contribuye el despliegue luminotécnico de Pilar Valdelvira, la
sugerente escenografía de Mónica Boromello y el revelador –a veces
esperpéntico– diseño de vestuario de Laura Ferrón.
Francisco Javier Aguirre