jueves, 6 de febrero de 2025

¡GUAPA! Crónica Teatral

 

¡GUAPA! Crónica Teatral

La compañía El Mono Habitado ha sido la primera en presentar su obra ¡GUAPA! inaugurando el séptimo ciclo de ‘Teatro Rebelde’ que cada miércoles de este mes de febrero irá ofreciendo el Teatro de Las Esquinas. Se trata de un ciclo ya consolidado, con un público fiel, entendido y en crecimiento, al comprobar que todas las obras programadas se han seleccionado de forma rigurosa para ofrecer a los aficionados un teatro que plantee la posibilidad de interiorizar problemáticas de carácter psicosocial, y al mismo tiempo cumpla con las exigencias de una puesta en escena relevante. 

Estas condiciones las cumple sobradamente la obra de Raúl Camino que, junto a Begoña Martín Treviño, interpreta y dirige una pieza de gran impacto, no solo por su trasfondo filosófico, el análisis de la  belleza y de armonía profunda más allá de las apariencias, sino también por su esquema narrativo, al rememorar figuras contrastadas históricamente en las que las malformaciones físicas han ido minando su figura hasta convertirlas en seres que han despertado una curiosidad y una popularidad malsanas, siendo objeto de valoraciones que han trascendido la intimidad de esas personas y las han proyectado a una vida impropia, en forma de espectáculo forzado. 

Los personajes centrales de la obra ¡GUAPA! son Mary Anne Bevan, conocida como ‘la mujer más fea del mundo’, a la que interpreta esporádicamente Raúl Camino, y Annie Jones, ‘la mujer barbuda’, interpretada también de forma alternativa por Begoña Martín. Ambas atrajeron la atención de quienes se solazaban morbosamente con la fealdad, durante varios decenios del siglo XIX y principios del XX, ignorando que estas y otras personas distintas tenían una vida intensa en muchos sentidos. 

La obra se desarrolla apoyando el argumento en un texto sólido y reflexivo, al mismo tiempo que  utiliza una original dramaturgia en la que intervienen figurines, retazos cinematográficos, máscaras, obras pictóricas y unos apuntes musicales que contrastan a Haendel con el swing jazz, muy bien resuelto por Raúl Camino.

El resultado es un caleidoscopio de sensaciones, tanto visuales como auditivas, que los espectadores pudieron completar en el coloquio mantenido con los intérpretes al final de la representación.

Francisco Javier Aguirre

 

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