lunes, 6 de marzo de 2023

ROSITA. Crónica teatral

 

ROSITA. Crónica teatral

Todo un logro la versión de ‘Doña Rosita, la soltera’ de García Lorca, que la compañía Teatro del Alma ha presentado los días 5 y 6 de marzo en el Teatro de Las Esquinas. Fundiendo de forma armoniosa la comicidad, la poesía y la nostalgia, han conseguido poner de relieve la fuerza, la belleza y la pasión del poeta y dramaturgo granadino que tiene la eternidad como futuro.

Su obra no es menor, aunque no figure entre las más representadas, porque retrata la situación femenina de hace un siglo y la enfoca con un evidente espíritu crítico y reivindicativo. Utiliza en proporciones compensadas la comedia costumbrista y el lirismo naturalista para dibujar una situación donde la complicidad familiar y la fidelidad a la palabra dada determinan los principios de una actuación que cohesiona a los personajes.

La trama es sencilla, dominando sobre todo el argumento la espera a que se somete la joven Rosita, confiando en que su primo y prometido regrese de América para cumplir la palabra dada. El subtítulo de la obra, ‘El lenguaje de las flores’, sirve para ambientar toda la acción y para señalar con su caducidad la decepción final. 

El recurso a la variedad ‘rosa mutabile’ es, en ese sentido, una  metáfora que acompaña al desarrollo de la acción. Se trata de una flor roja al amanecer, blanca al mediodía, y grisácea al anochecer. Un simbolismo elocuente de los estados de ánimo por los que atraviesan los personajes, sobre todo la joven que espera ilusionada a su novio.

El montaje del Teatro del Alma tiene aciertos notables, como la sustitución de la protagonista, mediada la acción, para simbolizar el paso del tiempo. La música original de Óscar Plano contribuye a crear el ambiente adecuado desde el inicio hasta el final, con algún paso intermedio,  y junto a la escenografía de Javier López y Sara Bonet, así como el atrezzo, aromatizan el dramatismo poético que gobierna la obra.

La dirección de Laura Plano, que también actúa junto a Nuria Herreros, Ana Martín, Carmen Marín, Marissa Nolla y Violeta Rebollo, además de la aparición esporádica de Fernando Rojo, convierten a esta ‘Rosita’, última de las obras que pudo dirigir el autor antes de su muerte, en un testimonio bien bordado de lo que es la reivindicación del papel de la mujer, en plena víspera de la celebración feminista de los próximos días.

                                     Francisco Javier Aguirre

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